Es madre de 3 hijos y aprendió a tejer cuando tenía 14 años, cuando su madre y otras mujeres de la comunidad le enseñaron. Ella disfruta mucho tejer, porque así se relaja y puede organizar sus ideas. Nos dice que trabaja muy duro para poder enviar a sus hijos a una buena escuela, y así puedan tener mejores oportunidades en la vida.
No hay una parte de la mochila que disfrute hacer más que la otra. Le encanta hacer toda las parte de la mochila por igual. Además, ela quiere llegar a ser una experta en las técnicas de tejido para poder enseñarle a las demás mujeres en su comunidad, porque se siente responsable por transmitir sus tradiciones y herencia cultural a las nuevas generaciones de indígenas wayúu.